viernes, 2 de marzo de 2012

Informe sobre la situación de Guatemala

IMEF- 2012.
SEXTO MAGISTERIO
CURSO: REALIDAD SOCIOCULTURAL DE GUATEMALA.

Jóvenes con el siguiente texto hay que realizar un análisis en donde usted den sus puntos de vista personal del por què en Guatemala estamos como estamos, entregarlo en día lunes 5 de marzo en horario de clases para su anàlisis en conjunto, se harán preguntas al respecto.
Entregarlo en hojas tamaño carta trabajo completo.




Informe sobre la situación de Guatemala
Fernando BermúdezAgosto 2006
Cinco grandes problemas están afectando a Guatemala:


1. El creciente empobrecimiento de la gran mayoría de la población, cuya causa radica esencialmente en el modelo socioeconómico marcadamente neoliberal que privilegia los intereses de los empresarios y de las compañías multinacionales. El gobierno empresarial de la GANA privilegia el mercado y los tratados de libre comercio (el TLC con Estados Unidos entró en vigor el 1 de julio), defiende la privatización y competitividad basada en la desigualdad e inseguridad alimentaria para miles de familias. Los hospitales están colapsados, lo que ha generado que los médicos entren en huelga. La Educación atraviesa una grave crisis. Hay una tendencia a privatizar los servicios públicos.
El proyecto marcadamente neoliberal de los empresarios, se ha limitado a impulsar una inserción a la economía global basada en la exportación de productos primarios, a la explotación transnacional de los recursos naturales (minería, petróleo, agua), a la entrega de los servicios y la infraestructura al capital privado para megaproyectos, a la concesión de privilegios al sector capitalista y al mantenimiento de una fuerza de trabajo barata (bajos salarios). La economía de las clases populares se sostiene gracias a las remesas del casi millón y medio de emigrantes en los Estados Unidos y a la economía informal. Situación que se va agudizando debido al acelerado crecimiento demográfico.
La situación de empobrecimiento se ha agravado por la tragedia de la tormenta tropical Stan, sobre todo en la región del occidente del país (y más concretamente en el departamento de San Marcos), que ha puesto de manifiesto la cruel desigualdad existente. Hasta el presente el Gobierno sólo ha realizado un 36 % de la reconstrucción.


2. El incremento de la violencia, que está alcanzando límites increíbles: un promedio de 19 asesinatos diarios. La violencia tiene raíces muy variadas, desde el crimen organizado con sus distintas ramificaciones en el narcotráfico y la mafia, hasta la delincuencia juvenil, conocida bajo el fenómeno de las «maras». La mayoría de los jóvenes integrantes de las maras proceden de familias marginadas y muchas de ellas desintegradas, sin oportunidad de estudio ni de trabajo. A diario aparecen cadáveres acribillados a lo largo y ancho del país, sobre todo en el área metropolitana. Los asesinatos unos son por ajuste de cuentas entre las distintas facciones del crimen organizado o de las maras y otros por la «limpieza social». Hay constantes asaltos y robos en las calles y en los buses. Según un informe de Prensa Libre, en los cinco primeros meses del año hubo 36.000 asaltos a buses, es decir, más de 200 asaltos diarios. Esta situación ha creado un clima de temor e inseguridad ciudadana que, según las encuestas, es el fenómeno que más preocupa a la población guatemalteca. Cabe señalar entre la violencia que azota al país, las amenazas, intimidaciones y allanamientos contra líderes y organizaciones sociales. Esta situación de criminalidad e inseguridad es una expresión del sistema socioeconómico y político imperante
Las violaciones de los derechos humanos continúan porque: 1) las estructuras del terror nunca fueron desmanteladas; estos grupos paralelos tienen poder económico, político, militar y siguen operando impunemente. El Estado no ha tenido la capacidad ni la voluntad política de controlarlos ni de desarticularlos; 2) las estructuras de seguridad democrática siguen siendo débiles e ineficaces, el Ministerio Público, que es el ente responsable de la investigación y persecución penal, no funciona a cabalidad; 3) persiste un armamentismo generalizado entre la población; 4) el contexto internacional alimenta los comportamientos violentos, adquiriendo el carácter de política predominante.



3. La ineficiencia del sistema de justicia, que es arbitrario. Está manipulado por decisiones políticas del gobierno, presiones económicas y poderes paralelos. El 85% de la población considera que el sistema de justicia es el más sobornado. Hay justicia para los poderosos y adinerado, en cambio los pobres quedan excluidos. Hay casos laborales en las fincas que llevan hasta cuatro y cinco años sin avanzar, a pesar de que los trabajadores llevan la razón.
Los pueblos indígenas han sido particularmente sometidos a niveles de discriminación, explotación e injusticia por su origen, cultura y lengua. En los juzgados no dan importancia a los mayas.
Es preocupante la falta de acceso a la justicia de gran parte de la población. Según datos oficiales, de cada cien homicidios, 93 quedan en la impunidad y de las denuncias presentadas al Ministerio Público, sólo el 3% llega a sentencia. Esto es debido a la fuerte influencia que diversos poderes fácticos ejercen sobre el sistema de justicia.
Existe una marcada exclusión para las áreas rurales en el sistema de salud y la educación básica y diversificada.


4. La degradación de los valores humanos. Las conductas violentas, la criminalidad, la corrupción, el marcado individualismo, la competitividad, el afán de lucro, la acumulación e idolatría del dinero favorecido por el mismo sistema neoliberal, se han incrementado en el país. La decadencia de valores éticos afecta enormemente a toda la realidad humana, a la vida familiar, social, económica, política y cultural. El sistema Educativo nacional, lejos de promover el desarrollo de los valores humanos, los está excluyendo del programa de formación. Hace énfasis en la Educación mercantilista, como una capacitación para la competitividad, respondiendo al proyecto de la globalización neoliberal.



5. La destrucción del medio ambiente. En primer lugar hay que señalar que Guatemala es un país de alto riesgo debido a su contextura y ubicación geomorfológico, propenso a terremotos, huracanes y tormentas tropicales. El riesgo y los desastres se acentúan por: 1) la alarmante deforestación por la tala inmoderada de árboles con la consiguiente pérdida de la biodiversidad y la erosión de los suelos; 2) las basuras vertidas en caminos y barrancos; 3) la contaminación de arroyos, ríos, lagos y costas marítimas con toda clase de residuos sólidos y líquidos. 4) la contaminación de los mantos acuíferos por la explotación minera de oro y plata a cielo abierto.
Frente a estos problemas hay una fuerte resistencia y lucha popular. Se percibe un lento, pero constante, crecimiento de las organizaciones sociales: campesinas, indígenas, mujeres, jóvenes, maestros, sindicatos, de resistencia a la explotación minera, etc. Un elemento común de lucha popular gira en torno a la resistencia al TLC y a la explotación minera a cielo abierto.
Existe multitud de expresiones sociales, pero todavía falta cohesión. Se está fortaleciendo el Movimiento Nacional por los Derechos Humanos, presente en la mayoría de los departamentos. Asimismo, está surgiendo un movimiento político social de izquierda con una nueva visión, plural, incluyente, participativa, en base a la ética de la acción política, la justicia social, el servicio, la responsabilidad, la transparencia, el diálogo y la solidaridad, movimiento que sin ser partido, busca impulsar un proceso de reconstrucción y de unidad de las izquierdas, para que pueda ser una alternativa en el país. Está en proceso la conformación de un Frente Político Social de Izquierda que busca ser una convergencia de las fuerzas populares, democráticas, progresistas y revolucionarias.
Asimismo, la Iglesia ha tomado, a la luz del Evangelio y de la Enseñanza Social de la Iglesia, una postura crítica frente a las políticas neoliberales, al lado de los más desfavorecidos. En este sentido son significativos los pronunciamientos y acompañamiento al pueblo por parte de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), como por las Pastorales de la Tierra, Movilidad Humana, Derechos Humanos, Conferencia de Religiosos y Religiosas de Guatemala (CONFREGUA. Asimismo, distintas iglesias evangélicas han asumido un papel de resistencia y de lucha frente al sistema, destacando la Comunidad Cristiana Mesoamericana (CCM), con un espíritu ecuménico. Como cristianos estamos llamados a construir signos de esperanza frente a una realidad que nos interpela. Los derechos humanos son una lucha constante desde los pobre
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